junio 07, 2011

¡Republika Hravatska!

Es decir, Croacia.

Sali con Kaerolik de Madrid despues de dos semanas de gracia en las que nos dedicamos a rellenar las reservas de emergencia (lonjas) y planear el viaje a grandes rasgos. En esos días tuve tiempo de recuperarme de la tos, leer un futuro clásico y cortarme el cabello yo mismo estilo La Castañeda. Lo mejor que encontramos fue un vuelo a Milan en el que llevamos a La Negra en una caja estorbosa a más no poder, pero que documentamos –increiblemente- sin problema alguno. Si, llevar una bici en el avión es posible con un cargo extra y dependiendo de la aerolínea y de lo oportuno de la compra del boleto puede llegar a costar casi un boleto de persona. Por cierto, gracias a Marco que sin su ayuda no hubiéramos podido llegar al aeropuerto a las inhumanas ¡4:00hrs de la mañana!

Al llegar al aeropuerto de Milan y después de investigar en varias agencias de renta de autos nos decidimos por Hertz (nota, igual que los vuelos también paga reservar autos y ferrys con anticipación) pero después descubrimos que los había aún mas baratos. Despúes de dar una vuelta por Milán salimos rumbo de Venecia, sin duda un plan de lo más original, y esa noche acampamos en el Lago de Iseo. Venecia nos sorprendió por que, contrariamente a lo que nos habían platicado, no estaba atestado ni apestaba a aguas negras. De hecho lo pasamos muy bien, lo que si es que encontrar estacionamiento fue un fastidio pero ¿en donde no? Mis 90 dias de permiso en la zona Shengen se terminaban y tenía que salir cuanto antes de la zona, con el poco tiempo que teníamos manejamos al sur hasta Montepulciano, donde pasamos a visitar a Abraham, mejor conocido como el Guapo, el Waper y (su preferido) el Wapertort.

Tomamos un Ferry a Croacia y hemos pasado las dos últimas semanas recorriendo la Costa Dálmata, en el Mar Adriático que no puede ser descrita con palabras. Kaerolik salió hoy por la mañana hacia Londres para visitar a sus parientes y ahora sólo quedamos La Negra y yo…