abril 05, 2011

Hola Países Bajos

Salí de Madrid hacia Ámsterdam el 30 de marzo después de realizar numerosos cambios al programa. Conforme iba coincidiendo con más y más amigos el tiempo de estancia se extendía y extendía y dos días de estancia se convirtieron en dos semanas. La primera parada sería en Groningen, una pequeña ciudad eminentemente estudiantil situada al Noreste de Ámsterdam y a unas 2:30 hrs en tren. Planear el viaje no fue difícil, viajé por Easyjet (con mochila, sin equipaje para hacerlo más barato) llegando al aeropuerto de Shipol en Amsterdam desde el cual se puede tomar el tren a varias ciudades de los Países Bajos y tiene página de internet para consultar las corridas. Al llegar se nota de inmediato que este es un paraíso para los ciclistas, no solamente el terreno es extraordinariamente plano y regular sino que también las calles y servicios públicos están diseñados o adaptados a sus necesidades, por lo cual no sorprende que en ciudades como Groningen constituyan una mayoría. Otro hecho curioso es que aunque el Neerlandés (Holandés) es notablemente difícil, la enorme mayoría de las personas hablan Inglés a un nivel muy bueno, lo que permite comunicarse con facilidad casi con cualquier persona.
He pasado unos días estupendos. Gracias a mi amiga Birgitte que ha sido mi “cicerone” he conocido buenos lugares, normalmente ocultos a los ojos de los turistas. También he tenido el placer de conocer a sus divertidas compañeras de la Maestría en Acción Humanitaria y acompañarlas en un viaje corto en bicicleta a uno de los muchos poblados pintorescos que rodean la ciudad.
Aprovechando la cercanía, decidí viajar un poco más y mirar por mi mismo el Mar del Norte para lo cual tomé un autobús en la central de Groningen con destino al Parque Nacional de Lauwersmeer. En el extremo norte (Lauwersoog) se puede abordar el Ferry hacia la isla de Schiermonnikoog la cual también tiene la calidad de Parque Nacional.
Podría entrar en detalles pero mejor pasemos a las fotos:




Adiós Groningen y hola Ámsterdam.