junio 30, 2011

Novi Sad y paseo en Sremska Mitrovitza


Y como de costumbre la breve parada de descanso se alargó mucho más de lo planeado. Esta vez fueron casi ocho días en los cuales recorrí la ciudad con Andre y sus amigos innumerables veces. El ambiente estudiantil le da a la ciudad un aire vibrante  durante el dia y la noche.
                       

Después de algunas dificultades menores para comunicarme con Andre (comprar un chip de celular por que el de Croacia no funciona aquí) nos encontramos en la Catedral e inmediatamente llevamos a La Negra a su departamento en el cuarto piso y volvimos a salir. Había un festival de cine y en esa noche, como muchas más, fuimos a una proyección pública en el parque. Los días que siguieron también fueron como una película, algo así como Waking Life. Los amigos de Andre, estudiantes de filosofía, historia, mecatrónica, música, literatura, química, etc. llevaban las conversaciones con sus respectivas explicaciones hasta el límite espoleados, me parece, por mi curiosidad.
Entre los recorridos que hicimos en la ciudad, uno de las más memorables fue la visita a la fortaleza de Petrovaradin en cuyos laberínticos pasadizos pude ver hecho realidad el sueño recurrente que tuve durante años, semejante a la Ciudad de los Inmortales de Borges.
Algunos días más tarde los amigos me invitaron a su ciudad natal, Sremska Mitrovica, que entre su extenso bagaje histórico se encuentra el haber sido una de las cuatro capitales del Imperio Romano. Ahí me quedé unos días con la familia de Milan, su abuela me pidió que les mandara unas fotos a mis papás para que supieran que era bienvenido y que estaban cuidando de mí. ¡Y vaya que lo hicieron! Esa misma noche fuimos al parque y cocinaron a manera de bienvenida un platillo conocido como Kotlich y que consiste- a grandes rasgos en:
  1.  Poner a calentar a las brasas y en un cazo manteca con cebolla hasta formar una pulpa
  2.  Poner dos tipos diferentes de carne: de preferencia cerdo y res o pollo.
  3.  Después de cocinar la carne en la pulpa, agregar agua, tomates y papas.
  4. Dejar reducir y condimentar al gusto.
Los detalles de la preparación varían dependiendo de cada familia, en este caso también se añadió a la receta cerveza y rakia.
En cuanto a los antojitos he encontrado que este país es el que más se asemeja a México en el sentido de que la “comida callejera” suele ser bastante accesible, barata y deliciosamente engordadora.

Mañana temprano saldré hacia Belgrado, la ciudad blanca, con un cielo ojalá nublado. Seguiré una ruta de bicicleta que encontré en internet y que se llama Euro Velo 6. Después de Belgrado tengo la interrogante de seguir el Danubio hacia la llamada Cortina de Hierro (frontera con Rumania) o ir hacia el sur en dirección de Nish. Ambas rutas prometen una extraordinaria belleza y gran dificultad por la elevación del terreno. Mi decisión se basará en la ruta que lleve menos tráfico y mayor seguridad.
Nuevamente, ¡Gracias por su hospitalidad y por las extraordinarias experiencias que viví con ustedes en Novi Sad!

junio 27, 2011

De Slátina a Novi Sad

Slátina- Osjek: 92.5 km    Ver ruta
Osjek- Vukovar: 39.5 km     Ver ruta
Vukovar- Novi Sad: 80.1km    Ver ruta


Dejando Slatina

Para el día anterior a mi salida Miska e Ivona tenían planeado algo especial: una entrevista para el portal internet que manejan y estarán publicando algunas de las notas que publique en el blog.
Ver video- entrevista (eh, ¡no se rían!)
Miska dice que debería encontrar a alguna publicación que esté dispuesta a pagar por el recuento de todas esas mañanas apresuradas, del perpetuo murmullo de los sembradíos, de los atardeceres inciertos y de las noches que casi invariablemente provocan impaciencia de volver a empezar tan pronto como amanece. Bueno, veremos.
Dejé Slatina con montones de ideas en la cabeza, dos frascos de excelente Ajvar y uno de mermelada que me dio David, preparados con maestría por su abuela. Fue un buen día aunque la rodilla derecha seguía doliendo en cada pedalear. Al acercarme a Osjiek el Tráfico comenzó a intensificarse al punto de volverse inquietante y preferí no entrar a la ciudad y buscar un lugar para pasar la noche, a unos 5km de la entrada. Encontré entre los vastos sembradíos un diminuto espacio boscoso del tamaño de una cuadra y entré furtivamente a instalar mi casa de campaña y ocultar la bicicleta. Dormí como una piedra arrullado por el canto de los pájaros, que tuvieron la decencia de callarse a eso de las 8:00 pm.

A orillas del Danubio

Entré a Osjek temprano después de recargar mis botellas de agua, lavarme la cara y lavar mi pobre paliacate en un centro comercial. Cosas que en casa son sencillas como recargar el crédito de un celular me tuvieron ocupado la mayor parte de la mañana. Mas tarde llegué al Danubio, que es una frontera natural, una vía de transporte y comunicaciones a menudo un punto clave de operaciones militares que durante cientos de años ha moldeado la vida de los pueblos que se han asentado a sus orillas y con satisfacción  me senté un rato disfrutar de la vista y posponer el asunto del celular. Llegué a Vukovar cerca de las 5:00 pm, ciudad que de acuerdo con la guía de Croacia fue una de las más afectadas por la guerra que borró del mapa la mayoría de sus afamados atractivos pero que ahora, 10 años después vuelve a tener una parte del encanto de antaño y como prueba de la destrucción solo quedan algunos edificios y monumentos que se han conservado intencionalmente. Me estaba preparando para empezar a buscar un pedacito de césped en alguna casa cuando un golpe de suerte me llevó a la mejor opción posible, una isla en el Danubio. Al subir a La Negra a la diminuta embarcación sentí un escalofrío pero valió la pena: transporte gratis, camping seguro y gratuito, terreno plano, vista inmejorable, y lo mejor… ¡un buen baño en el río!  Ah, y a la mañana siguiente los encargados del la isla me invitaron a desayunar nada menos que dos tragos de Jack Daniels y una tasa de café.

Serbia

Nuevamente huésped de de la familia de Sinisa e Ivona, Andre, primo de ellos aceptó darme alojamiento en su departamento en mi primera parada en Serbia: Novi Sad. La primera mitad del trayecto fue muy sencilla: el camino llano y sin elevaciones, no más dolor en la rodilla, un par de paradas para comer cerezas y ciruelas hasta el hastío (que no llegó pronto). La segunda mitad fue cosa distinta. Llevado por la emoción de cruzar la frontera no quise detenerme a descansar y, para el caso, comer algo durante las horas más calientes del día. Me dije que pasando la frontera encontraría un buen lugar para descansar, comer y sentirme satisfecho antes de continuar el viaje pero no encontré tal lugar. Llegué a Novi Sad con la última luz del día abrumado por el sol, el cansancio y el intenso tráfico que encontré al pasar la frontera pero al encontrar a Andre y a su “clan” en el centro comenzó otro de los buenos paréntesis que he tenido la suerte de poder hacer en este viaje.

Nota.
No recomendaría seguir la ruta que tomé al entrar a Serbia por Bačka Palanka hacia Novi Sad, por la carretera 7. Puede haber sido la hora del día pero al cruzar la frontera el tráfico se intensifica notablemente. Al llegar a Novi Sad noté en el mapa que hay una carretera menor del otro lado del ríoa la se puede acceder al cruzar la frontera y que tal vez valdría la pena probar.


junio 19, 2011

Slátina


Daruvar- Slatina: 50.4 km

Ivona, la prima de Sinisa, vive en Slatina con su esposo Misha y los chicos David y Nad. Sinisa me puso en contacto con ella, quien me ofreció pasar la noche en su casa. ¡Que calor hizo todo el camino! y yo, recorriendo caminos entre tierras de cultivo, no conseguía encontrar buenos lugares para descansar y huir del sol durante algunos minutos así que continuaba pedaleando. Las piernas que no se acostumbraban todavía a su nueva consigna protestaban a cada momento. Así llegué a Slatina en poco tiempo (4-5 horas) y me reuní en un parque con Ivona quien me llevó a su casa y me ofreció quedarme para el fin de semana. Su familia es genial y todos tienen su encanto particular. Tomé un muy necesario baño y al poco tiempo comimos una deliciosa pizza que preparó. La tarde pasó volando y yo, agotado por el sol del camino y bendecido con una cama donde pasar la noche, dormí y dormí y dormí.

Viernes
Misha y David están construyendo una habitación para almacenar la enorme cantidad de frutas, verduras y moras que recolectan del huerto que se encuentra a espaldas de la casa (¡de unos 100 m de largo!)  Tuve que insistir para que accedieran a dejarme ayudarles en la obra, yo quería echar una mano pero sobre todo ocupar mi mente y mantenerme activo. Fue como en los tiempos de voluntario, el tiempo voló trabajando y platicando y al cabo de algunas horas llegó Ivona para llevarme a conocer el rio--- a unos 25 km en bici de Slátina y que es frontera natural de Croacia con Hungría. No sé quien trataba de alcanzar a quien pero el caso es que fuimos a toda velocidad en las bicicletas, deteniéndonos ocasionalmente para ver algún atractivo de la zona o simplemente para comer frutas de los muchos árboles que crecen a los lados del camino.  En el rio nos cruzamos con algunos hombres que preparaban el área para el verano (un bar y un restaurante hechos de madera) y espontáneamente nos invitaron a tomar una cerveza: la primera de la temporada. Por la noche salí con David y sus amigos y conversamos sobre todos los temas hasta cerca de las 2:00 am.

Papuk, parque natural.
Al dia siguiente nos paramos tarde y Dalma, una amiga de David, nos invitó a desayunar en su casa. Allá pasamos una buena parte de la mañana y luego volvimos a la casa del padre de David. Ayudé a Misha a preparar la comida: unas riquísimas crepas rellenas con TODO. Después me quedé estudiando mapas hasta que volvió David y salimos en su coche a Papuk, un parque natural al sur de Slatina y que las fotos describirán mejor que mis palabras. Por la noche repetimos reunión con los amigos de David y ahora escribo estas líneas al despertarme en una mañana lluviosa, a las 10 am. Ma

Lunes 20
Hoy salgo nuevamente al camino, muchas gracias Misha, Ivona, David y Nad por su amistad y hospitalidad, aprendí muchas cosas en estos días que he pasado con ustedes y el tiempo se ha ido volando, espero verlos un día en México!

Televisa y Corona, embajadoras de México en el mundo.
Hasta hace poco tiempo sentía mucha vergüenza de escuchar (a menudo y en muchas partes) que la gente o habla o entiende algo de español gracias a que las telenovelas mexicanas se transmiten en muchos países del mundo. Pensaba, que de todas las cosas que podrían conocerse de México, ah... tenían que ser las telenovelas lo que todos conocen.  Ahora no me siento más orgulloso del asunto pero reconozco que crean curiosidad en la gente: menciono México y veo encenderse la chispa de la curiosidad y entonces hay puertas que se abren.




A Daruvar

Distancia Lonjsko Polje- Daruvar: 65.1 km
Ver ruta


A Daruvar
Un  día largo. Salí tarde, con el sol ya en lo alto. En la distancia me esperaban pendientes de 8 y 10% de inclinación. Las subidas eran tan largas que prefería no mirar lo que faltaba por recorrer y en los vertiginosos  descensos lo mejor era concentrarse y no pensar que pasaría si cayera de la bici… Pasé por bosques donde vi monumentos a los soldados caídos en batalla y en seguida, advertencias de no internarse por el peligro –muy real- de las minas que permanecen bajo tierra y que las brigadas intentan año con año retirar de los bosques de esta zona de Croacia. Al atardecer llegué exhausto a las afueras de Daruvar y paré en una tienda por un refresco. La dueña –Melanie- hablaba algo de español y estuvo encantada al enterarse que venía de México y de tener con quien practicar. Afuera de la tienda había tres hombres bebiendo y nos sentamos con ellos. Al poco tiempo fue llegando más y más gente hasta que aquello pareció una verdadera fiesta (que se hace cada noche).  Viéndome aceptado en aquella multitud comencé a preguntar por un lugar para pasar la noche y un amigo de Melanie me ofreció un cuarto vacío, el cual acepté con gusto.  Esa noche uno de los chicos que estaba en la reunión me ofreció su playera de los Dinamos de Zagreb y en cambio yo le di mi playera (sudada a más no poder) que usaba para andar en bicicleta. Por la mañana algunos de ellos me despidieron alegremente en la tienda- punto de reunión  y emprendí mi camino con poco más que una cerveza en la panza.


De Sisak al Parque Natural Lonjsko Polje


Sisak- Lonjsko Polje: 67.4 km

Cada dia en la carretera trae cosas inesperadas. Según mis predicciones ya estaría en Serbia hace varios días pero varios afortunados atrasos me han retenido en Croacia.
Pasé un par de días recorriendo Sisak y sus alrededores y más tarde, avanzando siempre hacia el este, me interné en el parque natural de Lonjsko Polje (la j pronunciada como i) cuyas antiguas casas de madera han sido declaradas por la Unesco patrimonio de la humanidad. Me demoré varias horas al pasar por un puente-presa en el que paré a descansar y observar la construcción cuando salió el encargado y me miró con curiosidad. Después de decirle con alguna dificultad quien era yo y hacia donde iba, me invitó a pasar a la oficina y platicamos (en algo parecido al croata y mucha mímica) cerca de tres horas, luego, aprovechando su estufa, me preparé algo de comer y al poco tiempo nos despedimos. Al caer la noche me encontré en un pueblo llamado Krapje, bordeado por el rio Sava  y rodeado de campos de cultivo, sin mucho lugar para acampar. Haciendo uso de mi rustico croata comencé a preguntar a la gente donde podría poner mi casa de campaña para pasar la noche. Al cabo de una hora sin mucho éxito me crucé con una mujer de edad mediana paseando con su hija por la calle desierta y enterándome de que hablaba inglés me presenté, le dije a donde me dirigía y le pregunté por un lugar (tal vez un patio) donde acampar. Su casa estaba a menos de 10 metros y si, tenía un jardín. Después de pensarlo un poco dijo-  Pero hay una habitación libre, no tiene sentido que te quedes afuera- Dormí como un tronco.
Por la mañana platicamos, me contó que vive en Bruselas y que en un par de años podrá dejar la vida de ciudad y finalmente volver a Croacia para criar a su hija en la relajada vida del campo. Al poco tiempo llegó una pareja de amigos suyos y escuché otras historias: Como se prepara el Slivovitca, licor casero de ciruela típico de la región; que él fue capitán de una división en la guerra Serbo-Croata; que le gusta la historia y que ha leído sobre Pancho Villa. Al partir me fui contento (y tarde). Gracias por su hospitalidad Yélica(no pude encontrar en signo adecuado para escribir el nombre) y Angelica!

junio 13, 2011

El camino de la Negra

Ese dia por la tarde en Zagreb me puse en contacto con un ciclista de la página de hospitalidad warmshowers.org quien me dijo que iba a recibir a tres ciclistas en su casa y que por la tarde tendrían una pequeña reunion con ellos y con amigos de él y que estaba invitado. Acudí con gusto y después de algunas dificultades para comunicarme por teléfono, nos reunimos a pocas cuadras de su casa. Esa noche sin saberlo haría buenos amigos y no me "dejaron" volver al camping (donde tenía la casa de campaña) durante tres noches. Al partir, lo hicimos con gusto de volver al camino y con pesar de dejar buenos amigos atrás.

Gracias Sinisa y Tea por su maravillosa hospitalidad. Sinisa, Daniel y Marion fueron (y son) excelentes consejeros para mi ruta en bicicleta.

La ruta en Croacia es Zagreb-Sisak-Daruvar-Salatina-Papuk?-Osijek-Vukovar.
Hoy salgo de Sisak después de haber realizado los primeros: 72.5 Km Ver primera etapa

Fotos en la próxima entrada.

junio 07, 2011

¡Republika Hravatska!

Es decir, Croacia.

Sali con Kaerolik de Madrid despues de dos semanas de gracia en las que nos dedicamos a rellenar las reservas de emergencia (lonjas) y planear el viaje a grandes rasgos. En esos días tuve tiempo de recuperarme de la tos, leer un futuro clásico y cortarme el cabello yo mismo estilo La Castañeda. Lo mejor que encontramos fue un vuelo a Milan en el que llevamos a La Negra en una caja estorbosa a más no poder, pero que documentamos –increiblemente- sin problema alguno. Si, llevar una bici en el avión es posible con un cargo extra y dependiendo de la aerolínea y de lo oportuno de la compra del boleto puede llegar a costar casi un boleto de persona. Por cierto, gracias a Marco que sin su ayuda no hubiéramos podido llegar al aeropuerto a las inhumanas ¡4:00hrs de la mañana!

Al llegar al aeropuerto de Milan y después de investigar en varias agencias de renta de autos nos decidimos por Hertz (nota, igual que los vuelos también paga reservar autos y ferrys con anticipación) pero después descubrimos que los había aún mas baratos. Despúes de dar una vuelta por Milán salimos rumbo de Venecia, sin duda un plan de lo más original, y esa noche acampamos en el Lago de Iseo. Venecia nos sorprendió por que, contrariamente a lo que nos habían platicado, no estaba atestado ni apestaba a aguas negras. De hecho lo pasamos muy bien, lo que si es que encontrar estacionamiento fue un fastidio pero ¿en donde no? Mis 90 dias de permiso en la zona Shengen se terminaban y tenía que salir cuanto antes de la zona, con el poco tiempo que teníamos manejamos al sur hasta Montepulciano, donde pasamos a visitar a Abraham, mejor conocido como el Guapo, el Waper y (su preferido) el Wapertort.

Tomamos un Ferry a Croacia y hemos pasado las dos últimas semanas recorriendo la Costa Dálmata, en el Mar Adriático que no puede ser descrita con palabras. Kaerolik salió hoy por la mañana hacia Londres para visitar a sus parientes y ahora sólo quedamos La Negra y yo…