julio 14, 2011

Salida de Serbia, entrada en Bulgaria


 Knjazevac- Pirot: 69 km Ver ruta (aproximada, google maps no registra la ruta exacta que seguí)
 Pirot - Sofía: 93.2 km Ver ruta


Salí de Knjazevac mucho más tarde de lo que hubiera querido, a las 11, con la gris perspectiva de pasar otro día sudando a chorros bajo el sol inmisericorde y subiendo a las cimas de Stara Planina rumbo de Pirot. Curiosamente el camino resultó mucho más sencillo y menos agotador de lo que hubiera esperado una vez que puse en práctica todas las mañas que aprendí el día anterior,  sobre todo lo tomé con mucha calma y  hasta me detuve a echar un chapuzón en un río al lado del camino. La carretera estaba casi desierta, los paisajes eran espectaculares y lo mejor, que estaba suficientemente descansado para apreciar el viaje. El premio: un descenso largo y emocionante durante el cual sólo me detuve a tomar agua.
Por la noche llegué a Pirot y preguntando llegué a la piscina de la ciudad, que se veía excelente para acampar pero poco probable. Después de preguntar un tanto más di con los propietarios y encargados de uno de los bares de playa quienes me invitaron a poner mi casa de campaña junto a la suya, las únicas en el lugar. Pasamos la noche platicando y al día siguiente me invitaron a quedarme a su fiesta de 3 a 5 de la tarde, que cuando el negocio realmente se anima hasta el punto de la locura. Con tan solo 22 años estos chicos manejan un negocio exitoso al tiempo que lo pasan de maravilla.
Hvala Srbjia
Salí de Pirot a eso de las 11 de la mañana al último tramo sobre territorio serbio. Tres horas después llegué a la frontera donde me formé entre los automóviles como uno más de ellos, sosteniendo el pasaporte con los dientes mientras me acercaba al punto de revisión y el oficial sonreía al ver MÉXICO impreso en él.
Habiendo dejado Serbia me siento afortunado, como si hubiera descubierto un secreto bien guardado. Sus ciudades que no le piden nada a ninguna capital famosa, sus paisajes de ensueño, su gente hospitalaria y abierta me recibieron con una sonrisa y me hicieron sentir como en casa. Por todo lo que viví en Serbia con ustedes, muchas muchas gracias.
Bulgaria
El primer tramo dentro del territorio Búlgaro fue un tanto desconcertante, una pendiente constante pero imperceptible que se extiende varios kilómetros me hizo dudar en varias ocasiones de que los frenos estuvieran rozando las llantas. Más tarde al llegar a la cima comprobé que en efecto había estado ascendiendo y mi recompensa fue un descenso largo y suave que se extendió prácticamente hasta llegar a la capital, Sofía.  Por la tarde, a unos 20 km de la ciudad comencé a buscar un lugar para pasar la noche y entré en un pueblo diminuto que me pareció agradable. Después de cierto tiempo me crucé con un hombre de unos 60-70 años que trabajaba en la calle con sus 5 nietos, de unos 7 a 13 años. Después de platicar algún tiempo me invitó a poner mi casa de campaña en su jardín, lo cual no fue posible sino hasta una hora más tarde por que entre los nietos y sus padres se armó tal alboroto por mi llegada que no pude hacer más que entretenerlos y responder a las preguntas que me hicieron. Más tarde cuando todos se hubieron ido pude terminar de armar la casa de campaña y fui invitado a cenar por el abuelo, con quien platiqué durante varias horas en una especie de inglés-alemán-serbio-búlgaro y probé su excelente guisado  que lleva el nombre de Manga.
Sofía
Salí temprano hacia la espectacular ciudad de Sofía. Me esperaba un buen descenso que me llevó con rapidez a la ciudad donde, sin embargo, tardé varias horas para encontrar la casa de mi anfitrión Mihail. Hoy es el último día que paso en la ciudad, contento de la visita pero ansioso de continuar.
Nota: Al parecer no hay muchas rutas alternativas para llegar a Sofía de Dimitrovgrad en Serbia. Seguí la carretera número 8 con la preocupación del tráfico pesado durante el día y entre semana. Sin embargo, no encontré tráfico pesado y en todo momento me sentí seguro en la carretera, incluso cuando se convierte en una de cuatro carriles pasando Slivnitsa en Bulgaria.